Las reglas de oro para tu tienda online

Una tienda online es un gran escaparate para que tus consumidores potenciales puedan encontrarte y descubrir tu tienda. Pero vender online implica mucho más que presentar unos cuantos productos o servicios en una página web. A continuación te explicamos las ocho reglas principales que tendrás que tener en cuenta de cara a vender con éxito online.

1. Diseña tu tienda como si fueras tu cliente:

¿Cómo te gustaría ver tus productos si fueras a comprar en tu tienda? Ponte en la piel de tus clientes y procura hacer que la experiencia de compra sea lo más cómoda posible. A menudo la clave es presentar el concepto de tu tienda con un diseño simple, limpio y profesional que resulte atractivo para tus clientes. ¿Cómo? Puedes, por ejemplo, estructurar tu tienda por categorías y organizar tu página de inicio con los productos o promociones que más te interese anunciar. De esta manera, tus productos estarán distribuidos de forma lógica en diferentes secciones y serán más fáciles de encontrar cuando un consumidor potencial visite tu tienda.

Ten en cuenta que en diseño web, a menudo menos es más. Es decir, que es preferible presentar en la página de inicio únicamente tus mejores productos (los más vendidos, por ejemplo) a presentar todo en una única página.

2. Tus productos son tus modelos

Como comentamos anteriormente, tu tienda no vende únicamente productos, sino que también presenta tu idea de negocio e intenta convencer a tus consumidores del valor único y especial de tus productos. Es por ello que las imágenes y las descripciones de producto tienen un gran valor para tu tienda. Las imágenes de alta calidad tienen un gran impacto en los consumidores online y deben ayudarles a tener una «experiencia completa» con tus productos. Es decir, como tus clientes no pueden tocar o probar tus artículos, las imágenes deben ser capaces de mostrar cómo son, qué aspecto tienen, lo grandes que son, etc.

Te recomendamos que las imágenes sean claras, muestren diferentes perspectivas de cada producto, no estén sobre fondo oscuro y muestren los detalles especiales de tus productos. Después de haber visto las tres o cuatro imágenes de producto, tus consumidores deben sentir como si hubieran tenido el artículo en sus manos y lo hubieran mirado por todas partes.

Para facilitarles la información que las imágenes no trasmiten están las descripciones de producto. Ahí es donde debes detallar las medidas de cada producto, el tipo de material, las especificaciones técnicas o si, por ejemplo, se necesitan accesorios adicionales para su uso.

3. Ajusta el precio de tus productos

¿Cuánto cuestan tus productos? Esto no significa ni por cuánto te gustaría vender tu producto, ni cuánto cuesta producirlo, sino más más bien: ¿cuánto están dispuestos a pagar tus consumidores por tus productos? Como bien sabes, el precio es uno de los factores que más pueden convencer o disuadir a tus clientes a la hora de comprar en tu tienda. Por ello, antes de fijar una cantidad, ten en cuenta: cuánto tiempo/esfuerzo cuesta elaborar tus productos, cuáles son los gastos de envío, a qué precios vende tu competencia, qué margen de beneficio quieres obtener, etc.

4. ¿Ofrecer o no ofrecer gastos de envío gratuitos?

A la hora de fijar tus opciones de envío, tendrás que hacer frente a la siguiente pregunta: ¿Prefieres ofrecer envíos gratis, bajar los precios de tus productos para compensar los costes adicionales o sumar los costes de envío al final del proceso de compra?

Tomes la decisión que tomes, te recomendamos que seas transparente con los costes. Los consumidores online no quieren encontrarse “sorpresas” al finalizar una compra. Sin embargo, si decides ofrecer envíos gratuitos, ¡hazlo visible en tu tienda online! Por norma general, los gastos de envío gratuitos son siempre un aspecto muy valorado entre los consumidores online.

Además, si tu negocio cuenta con una tienda física, puedes atraer consumidores a tu establecimiento ofreciéndoles la recogida en tienda gratuita. Los clientes que viven por la zona de tu tienda lo agradecerán notablemente y podrás también tener un trato más personal con ellos.

5. Palabras clave: esencial para mejorar tu SEO

Tan simple como suena: tus consumidores potenciales buscan productos en motores de búsqueda como Google y tú quieres que estos clientes te encuentren, ¿no? Entonces tendrás que conseguir que Google te encuentre.

¿Cómo? ¡Palabras clave! Hazle la siguiente pregunta a tus amigos o familiares: ¿qué palabras escribirías en Google para buscar mis productos? «¿Abalorios para pendientes?» Pues esas serán las palabras que tendrás que utilizar en todas las secciones de tu tienda online: desde las descripciones de productos, las etiquetas de tus imágenes, la sección «Sobre nosotros«, etc.

Pero no te olvides de comprobar cuántas personas buscan normalmente esos términos y si, por tanto, son los adecuados para mejorar tu posicionamiento SEO. Para ello, puedes comprobar el valor de una determinada palabra con la herramienta de palabras clave de Google. Ten en cuenta que palabras con un gran número de búsquedas, puede significar también mucha competencia.

6. Ofrece a tus clientes más de un método de pago

Si es posible, trata de ofrecer a tus clientes al menos dos métodos de pago para que puedan elegir lo que mejor les convenga.Si les obligas a elegir sólo una forma de pago y por ello no pueden finalizar la compra, no solo perderás una compra, sino también un cliente.

7. Piensa en tu tienda como una marca

Con eso no nos referimos únicamente al diseño de tu tienda, sino también a tus productos y su empaquetado. Es importante que tengas una idea clara de lo que quieres trasmitir con tu marca y con tu tienda.

Tener una marca completamente integrada a través de tus redes sociales, tienda online, empaquetado, productos y demás significa que te interesas por tu negocio y por tus clientes, y es probable que ese toque personal te haga ganar clientes fieles.

8. ¡No te olvides de la atención al cliente!

Además de cómo presentas tus productos es importante cómo te presentas a ti mismo. Este aspecto es clave no sólo de cara a dar confianzaa consumidores potenciales, sino también para mantener relaciones con los actuales. Si consigues ganarte la confianza de tus clientes, es mucho más probable que vuelvan a visitar tu tienda, realizar una nueva compra e incluso recomendar tus productos a otros clientes potenciales.